Sobre gustos no hay nada escrito. Seguramente hayan oído esta frase en más de una ocasión. Y es cierto. No hay dos cocinas iguales, de la misma forma que no hay dos clientes con las mismas preferencias. Pueden coincidir en estilo, seguir ciertas tendencias, elegir mismos acabados… pero si hay algo especialmente bonito del mundo del diseño, es el poder otorgar a cada espacio un poco de la personalidad de quien lo va a disfrutar y habitar. Es por eso que, cuando nos sentamos con un cliente para empezar a diseñar la que será su futura cocina, es importante identificar cuál es el estilo con el que se siente más identificado

Hace ya unos años empezamos a oír hablar del denominado ‘estilo nórdico’. Directamente desde el norte de Europa llegaban al mundo del diseño y de la decoración las claves de un concepto que, a día de hoy, sigue protagonizando portadas de revistas de decoración y marcando las directrices de muchas reformas y procesos de diseño. Salones, dormitorios y baños empezaron rápido a adoptar las cualidades nórdicas y, por supuesto, también lo hicieron las cocinas. A día de hoy, el estilo escandinavo sigue siendo máxima tendencia y, aunque ha ido evolucionando cada temporada y se ha ido alimentando de las tendencias que nacían año tras año, sigue manteniendo toda su esencia y

d
Sed ut perspiclatis unde olnis iste errorbe ccusantium lorem ipsum dolor